Escogiendo un bolsillo, el ladrón se convierte en presa del enorme arma del oficial de policía. A pesar de eso, el protagonista es un personaje desesperado y pasivo que es dominado y degradado, y cuya boca y cuerpo son invadidos sin restricciones. Un duro, rudo sin sentido de vergüenza o misericordia para el audaz ladrón.