La novia perversa necesitaba niveles casi patológicos de terapia catártica y desabrochada. Dio asilo anal reconociendo su disposición a satisfacer el placer más intenso. A juzgar por el título de la película y sus carteles, así como por las escenas que incluyen acción de culo a boca y anal, la película recibió la atención que merecía.