Estaba pasando el rato con mi amigo en su cumpleaños, y decidimos darle sabor a las cosas con una fiesta salvaje.Los invitados estaban todos ansiosos por pasar un buen rato, y estaba más que feliz de complacerlos.Comencé dándoles una mamada alucinante a cada uno de ellos, uno tras otro.Fue una experiencia inolvidable, y sentí que había conquistado a cada chico en la habitación.La sensación de sus pollas palpitantes en mi boca era simplemente divina.Saboreé cada momento, saboreando sus sabores únicos y la sensación de su caliente y pegajosa leche goteando por mi garganta.Incluso logré encontrar tiempo para disfrutar de un juego en solitario, acariciando mi propia polla dura mientras me mamaba a otro chico.La vista de mi redondo culo rebotando hacia arriba y hacia abajo mientras continuaba complaciéndome era demasiado para que los chicos se resistieran.Todos querían el sabor de mi apretado e invitador agujero, y estaba mas que dispuesta a obligarme a complacerme.