Hermanastro y yo estábamos relajándonos en el bosque, y la cosa dio un giro inesperado cuando nos topamos con una caliente chica de 18 años.Todos estábamos solos, y no pude resistir las ganas de cogérmela ahí mismo en el bosque.Adelante me adelanté e hice precisamente eso, tomándola de frente y luego de espaldas.Era una salvaje, y me encantaba cada segundo de ello.Después de unos minutos de intensa cogida, me corrí en toda su cara, y ella estaba más que feliz de meterla toda.Fue una experiencia loca, una que no olvidaré pronto.Pero la mejor parte fue la forma en que me miró después de que terminé, como si no pudiera tener suficiente.Fue un viaje salvaje, uno que no me importaría repetir repetiéndose.