Tres adorables y pequeñas chicas no tuvieron hasta el bien cuando decidieron entrar en una casa y robar unas joyas.Poco sabían, sus actos derivarían en graves consecuencias.Al explorar el local, fueron pilladas por el dueño de casa, que no era otro que un hombre con un paquete grande e impresionante.El hombre no se mostró complacido con su comportamiento y decidió castigarlas de la manera más severa posible.Las obligó a ponerse de rodillas y las obligo a darle placer con la boca, dejándolas completamente impotentes contra su hombría considerable.Las chicas, que nunca antes habían experimentado algo así, quedaron completamente humilladas y avergonzadas por sus actos.Lo que comenzó como un robo inofensivo se convirtió en una lección de humildad y respeto por la ley.