He estado soñando con el día que introduciría a mi novia en el mundo del sexo anal.Hacía mucho tiempo que venía, y finalmente decidí poner en acción mi plan.Después de una ducha caliente, la guié suavemente al sofá, donde comencé a explorar su puerta trasera.Al principio, ella estaba dubitativa, pero a medida que continuaba provocándola y complaciéndola, pronto se encontró perdida en el momento.La sensación de ser tomada por detrás era diferente a todo lo que nunca había experimentado antes.Me tomé mi tiempo, asegurándome de que cada embestida se sintiera profundamente dentro de ella.Cuando empujaba sus límites, soltaba gemidos de placer, su cuerpo se retorcía en éxtasis.Esta era su primera vez, y era un momento que quería durar para siempre.
