Los profesores se ponen cachondos y se entregan a un acto apasionado frente a la cámara. ¿El giro? Sus directores chantajean a la amenaza. Su esfuerzo de emancipación se convierte en una prueba sexual, músculos desnudos y extremidades eróticas retorciéndose en una persecución eléctrica y estimulante.