No soy de los que temen un poco de diversión traviesa, especialmente cuando se trata de mi jefe.Llevamos todo el día en el trabajo y llevo horas anhelando su toque.Cuando por fin consigo lo que quiero, él no decepciona.Me lleva ahí mismo en la oficina, contra el escritorio, y luego en el suelo.Estoy de rodillas, completamente a su merced, mientras me da duro.Puedo sentir cada centímetro de él profundamente dentro de mí, y me está volviendo loca.Pero él no se detiene allí.Quiere dejar huella, un recordatorio de nuestro sucio pequeño encuentro.Así que se retira y lo deja por todo el culo, una vista para contemplar.Es una escena desordenada y caliente que me deja completamente satisfecho y desesperado por más.