Papá y su hija tienen un vínculo especial, uno que trasciende lo normal.En el Día de los Padres, decidió animar las cosas, no de la manera que cabría esperar.Quería ser el hombre que la llevó a ella, su propia hija, a nuevas alturas de placer.Era un movimiento arriesgado, pero sabía que valía la pena.La química entre ellas era palpable, el aumento de la tensión a medida que la desnudaba, dejando al descubierto sus impecables mechones rubios.Sus ojos, detrás de sus gafas, brillaron de deseo mientras la posicionaba en la cama.No era un padre común, sino un nerd alemán con un secreto antojo de su propia hija.La vista de ella, desnudita y lista, era demasiado para resistirse.La llevaba en sus brazos, sus cuerpos se entrelazaban en un abrazo apasionado.El viejo le mostraba cómo complacerlo, sus manos experimentadas guiando cada movimiento.Era una cabalga salvaje, sorpresa del Día de los padres tampoco se había anticipado.Pero era un recuerdo que apreciarían, un momento de placer puro, sin adulterar.