En un ambiente de clase, una monja amateur se encuentra en una situación disciplinaria.El estricto director ha considerado que sus acciones son inapropiadas y ha decidido administrar un castigo.A medida que se desarrolla la escena, la monja es llevada al garaje de los directores donde es obligada a desnudarse hasta sus prendas interiores.Se le arrancan la ropa dejándola en corpiño y bragas.El director, con una expresión severa, instruye a la monja a asumir una posición en una silla, su espalda mira hacia él.A continuación, procede a azotarla, cada golpe entregando una mezcla de dolor y humillación.El sonido de la fusta contra su piel resuena a través del garaje, lo que se suma a la intensidad de la escena.La monja, a pesar de su resistencia inicial, sucumbe al dolor y eventualmente cede a la autoridad de los maestros de cabeza.Esta monja aficionada no solo es castigada sino también humillada, ya que cada movimiento está bajo la atenta mirada de los maestroes de cabeza.La escena termina con la monja dejada en sus gafas, un claro recordatorio de su castigo.
