No soy tu típico chico, ¿verdad?Adoro el roce de mis dedos en el trasero de mi pareja, la sensación que envía se estremece por mi columna.Es un fetiche, supongo, pero que me ha estado volviendo loca durante años.Mi novia, bendice a ella, es más que complaciente, siempre ansiosa por cumplir mis deseos.Ella es una vista para contemplar, su culo suave y sin pelo pidiendo atención, y no puedo resistirme.Me tomo mi tiempo, abriendo sus mejillas, provocándola con mis dedos lubricados, antes de sumergirme, explorando cada centímetro de su apretado y prohibido agujero.Es un baile que hemos perfeccionado a lo largo de los años, nuestros cuerpos moviéndose en perfecta armonía, nuestros gemidos llenando la habitación.Es un acto kinky, tabú que siempre nos deja a ambos sin aliento y pidiendo más.Es una cogida anal temática BDSM, una exploración femdom de placer y dolor, un viaje lleno de fetiches que ambos abrazamos ansiosamente.