Gabriela, una maestra novata, siempre se ha sentido intrigada por la idea de incorporar su postre preferido, el helado, en sus momentos íntimos.Hoy decide cumplir esta fantasía colocándose en el sofá con su cucharita favorita en la mano.Cuando comienza a explorar su propio cuerpo, sus dedos se deslizan sobre la superficie fría del cono, enviando escalofríos de anticipación atravesándola.La sensación es intoxicante, y se encuentra perdida en el momento en el que continúa complaciéndose.Su otra mano explora sus suaves pliegues, buscando el lugar perfecto para mezclar la helada dulzura con su propia calidez.A medida que sube la temperatura, Gabrielas gime llenando la habitación, su cuerpo se retuerce en éxtasis mientras alcanza el clímax de su sesión en solitario.Este experimento de señoras con helados demuestra ser un éxito, dejándola completamente satisfecha y ansiosa por explorar más de sus deseos.