En este cuento tentador, una madrastra se encuentra sucumbiendo a la urgencia de algún auto placer público.El ambiente es un estacionamiento, donde se ve obligada a buscar alivio para sus deseos florecientes.Su hijastro, un hombre de tamaño promedio, es el único alrededor para ayudarla.Cuando ella comienza a darse placer, su hijastro no puede resistir las ganas de unirse.Asume el control, sus manos explorando su cuerpo con un fervor que la deja sin aliento.La tensión se acumula a medida que la continúa estimulando, sus manos se mueven arriba y abajo en su amplio pecho.El clímax es un espectáculo para contemplar mientras alcanza su punto máximo, su liberación caliente y pegajosa revistiendo sus senos.Esta es una historia de placeres prohibidos y deseos tabú, un viaje al mundo del auto-graffiting público y la emoción de lo desconocido.