No todos los días un joven se encuentra en compañía de su madrastra, una mujer con un cuerpo que grita pecado y un deseo igual de provocativo.Cuando entra en ella dándose placer, no puede evitar unirse, sus manos explorando cada centímetro de su piel suave.Pero a medida que se desarrolla su encuentro apasionado, se ha quedado preguntándose si esto es exactamente lo que aprobaría su padre.Entra en su padre, que al pillarlos, está más que dispuesto a unirse a su sesión caliente, convirtiendo a su madrstra en una voluntad.A medida que la escena se desarrolla, queda claro que esto no es solo un masaje rápido, sino un revolcón en toda regla que deja a todos satisfechos.Con una mezcla de sorpresa, placer y un toque de culpa, esto es una historia tan antigua como el tiempo, pero con un toque alemán.