Se suponía que le ofrecía un servicio, pero mi novio estaba más que listo para algo de acción.No podía esperar a que llegara.Nada más cruzar la puerta, estaba sobre mí, igual que lo estaría un cliente.La vista de mí con mi escaso traje, la forma en que me movía, todo lo volvía loco.No pudo resistir las ganas de llevarme allí mismo.Me cedí, y terminamos en el dormitorio.No perdió tiempo en tomarme por detrás, tal como lo haría un verdadero cliente.Sus manos exploraban cada centímetro de mi cuerpo, sus labios saboreaban cada parte de mí.Era intenso, apasionado y real.Cuando finalmente llegó al clímax, me llenó de su carga caliente, tal como un cliente lo haría.Fue un viaje salvaje, y me encantó cada minuto de ello.