En medio de sus festividades de bodas, una pareja casada decidió darle sabor a las cosas disfrutando de algunos momentos íntimos en el día de su boda.La novia, toda muñeca en su vestido blanco, se encontró en el sofá con su nuevo esposo, incapaz de resistir el intenso deseo que se había ido acumulando entre ellos.Al encerrarse los ojos, el aire era grueso con anticipación y pasión cruda.Las damas de honor y los hombres de novia eran ajenos al espectáculo privado que se desarrollaba, sus risas resonaban desde la otra habitación.La novia, su vestidito ahora desarreglado, cedió a las ganas primarias y permitió que su esposo explorara su cuerpo, sus manos deambulando libremente.Sus cuerpos se entrelazaban en un baile tan antiguo como el tiempo, sus gemidos crecieron más fuerte con cada momento que pasaba.El día de la boda había tomado un giro inesperado, pero esta pareja casada sabía exactamente lo querían y no tenían miedo de tomarlo.
