Después de años de diferencia, rastreé a mi antigua vecina de mi ciudad natal.Ella siempre fue una vista para los ojos doloridos, con sus voluptuosas curvas y un encanto irresistible.Como fanática del espacio exterior, llevaba un disfraz de astronauta tentador, añadiendo una capa extra de atractivo.Reconectamos en una habitación de hotel, el ambiente perfectamente adecuado para nuestra larga y futura reunión.Ella me abrazó ansiosamente, sus manos explorando mi cuerpo, encendiendo un deseo ardiente dentro de mí.Como la tensión se montó, nos quitamos la ropa, dejando ver nuestros cuerpos desnudos.Hábilmente me tomó en su boca, mostrando sus destrezas orales.Luego, asumió la posición del perrito, lista para un encuentro apasionado.Humé mi miembro palpitante en ella, iniciando un ritmo ferviente que la dejó gimiendo en éxtasis.Nuestro placer compartido, minando en una liberación climática.Esta era una esperada escapada sexual que había valido la pena esperar.