Después de un largo día de trabajo, Casada, un gay amateur, estaba deseando un intenso auto-placer.Su esposa estaba fuera, dejándolo solo en la casa, y estaba ansioso por disfrutar de su fetiche.Él configuró su cámara, la habitación se llenó de anticipación mientras se desnudaba.Su polla palpitaba de deseo, sus manos la acariciaban expertamente.La vista de su propio reflejo avivó su excitación, su aliento se estremeció cuando llegó al borde.Con un golpe final y poderoso, soltó, su caliente semen se esparció por la cama.La habitación guardó silencio, excepto por su pesada respiración, un testimonio de su intenso orgasmo.Este fue solo otro día en la vida de Casada, una gay amateuro que no se afanó al complacerse a sí mismo.
