Una seductora experimentada, una veterana de Las Vegas, anhelaba algo más que una simple escarcería.Anamó una verdadera conexión, una impresión duradera.Deseaba dejar una marca indeleble en el miembro de su pareja, un recuerdo que se prolongaría mucho después de su encuentro.Cuando se arrodilló ante él, abrazó su hombría, sus labios y su lengua trabajando en armonía para crear una sinfonía de placer.Saboreaba cada centímetro, reviviendo el sabor de él, cada movimiento diseñado para volverlo loco de éxtasis.Lo llevó profundamente a su garganta, sus ojos se llenaron de una mezcla de deseo y ansias.Esto no solo fue una solución rápida, sino un testimonio de su pasión y dedicación.Y con cada embestida, cada gemido, sabía que estaba dejando su huella, un testamento de su placer compartido, un memoria que duraría tanto como su deseo por él.