Luna, una pícara de tetas pequeñas, se encontró en una situación de pegajosidad cuando fue pillada por un policía mientras intentaba robar en una tienda.El oficial, entretenido por sus travesuras, decidió divertirse con el joven ladrón.La llevó a una casa abandonada y le dijo que se arrodillara.Luna, siendo la obediente chica que es, se dejó caer de rodillas y comenzó a dar placer a la gran polla de los oficiales.El oficial disfrutaba a cada momento de ello, deleitándose en la sensación de la boca de Lunas en su palpitante miembro.Después de una caliente sesión de placer oral, el oficial volteó a Luna y se la tomó por detrás.Se la folló con fuerza, dándole a probar su autoridad.El intenso amor continuó en varias posiciones, con Luna mostrando su destreza sexual.El oficial completamente satisfecho, liberó a L una de su esclavitud, enviándola con una advertencia de mantenerse fuera de problemas.