Estaba pasando el rato con dos chicos que estaban bien dotados y se me pasó por la mente la idea de la doble penetración.Lo subí y eran un juego, pero solicitaron dos breves pausas en la acción.Cuando nos pusimos manos a la obra, uno de ellos se hizo cargo y comenzó a darme placer oralmente.Era una mamada gay tentadora que me tenía gimiendo de éxtasis.Luego, ambos se turnaron para tomarme por detrás, sus enormes miembros estirándome al límite.La sensación fue abrumadora, pero logré mantenerme compuesta.Justo como pensé que ya habíamos terminado, me sorprendieron con otra ronda de doble penetración.Fue un viaje salvaje, y no pude evitar rogar por más.La intensidad nunca se detuvo hasta que todos alcanzamos el clímax, dejándonos a todos gastados y satisfechos.