Después de un día agotador en la escuela, mi amigo y yo decidimos disfrutar de algo de placer.Nos dirigimos a su casa, donde no perdimos tiempo arrebatando nuestra ropa y poniéndonos manos a la obra.Siempre he estado intrigada por su impresionante hombría, y ahora era mi oportunidad de experimentarlo de primera mano.Cuando nos acogimos en el sofá, lo tomé con ansias en mi boca, saboreando cada centímetro.Pero la verdadera acción comenzó cuando él me volteó y se sumió en mi niña ansiosa.Su miembro firme me llenó, llevándome a la locura.Le correspondí montándolo, montándolo con abandono hasta que ambos llegamos a nuestro clímax.La intensidad de nuestro encuentro nos dejó a ambos sin aliento, pero satisfechos.Prometimos mantener nuestros escapadas en secreto, prometiendo no revelar nuestros secretos traviesos a nadie.