Estaba en mi cuarto de hermanastras, ayudándola a colarse en su vestido azul favorito.El número de ajuste ajustado acentuaba sus voluptuosas curvas, particularmente sus amplios atributos.Mientras lo zirteaba, no podía evitar ser atraído hacia su atractiva cara posterior.La vista de ella en ese vestido encendió un deseo primordial en mí.Me encontré incapaz de resistir las ganas de explorar más.Sus ojos, llenos de sorpresa y anticipación, reflejaban los míos mientras comenzaba a bajar la cremallera de su vestiado, revelando sus deliciosas curvas.Me aproveché de la situación, complaciéndome con el placer prohibido de su compañía. La tomé en mis brazos, sintiendo su delicioso cuerpo contra el mío al compartir un intenso momento de pasión.El vestido se convirtió en un parque infantil para nuestros deseos, al explorarnos mutuamente los cuerpos de una manera que solo el calor del momento podía inspirar.La vista de sus grandes pechos y su firme trasero, enfundado solo en sus botas, era un espectáculo para contemplar.El clímax no era nada menos que explosivo, dejándonos a ambos sin aliento y satisfechos en su cama.