Mi hijo de madrastra estaba en la ciudad para unas vacaciones y estaba ansioso por unirme a mí para un fin de semana salvaje de placer.Llevaba desde que llegó un encuentro caliente con él.La anticipación y la excitación se acumularon cuando compartíamos momentos íntimos, nuestra pasión encendiéndose mutuamente.Me di el gusto de su hábil lengua, saboreando cada lamida de mis áreas sensibles.A cambio, correspondí con un footjob alucinante, dejándolo sin aliento.Nuestro encuentro lujurioso continuó, explorándome ansiosamente su duro eje con mi boca, degustando cada parte de él.La intensidad de nuestro deseo fue insaciable, llevándonos a explorar cada centímetro de los cuerpos de cada uno.Nuestra escapada lujuriosa fue un testimonio de la ardiente química entre nosotros, dejándonos completamente satisfechos.Nuetro fin de semana de placer fue una experiencia inolvidable, llena de placer intenso y momentos inolvidables.