En un intento desesperado por la libertad financiera, una jovencita sucumbe al atractivo tabú que le ofrecen sus padrastros.El intercambio es tan tentador como está prohibido, un baile tentador de deseo y desesperación.La hijastra, impulsada por su necesidad de dinero, se entrega voluntariamente al placer ilícito de atender a su padrastro, su lengua bailando sobre su palpitante miembro.La dinámica padre-hija se retuerce en un juego perverso de poder y lujuria, como el padrastro a su vez, la deslumbra con un hambre insaciable.La dinámica tío-nieta solo se suma al atractivo taboo, como el tío, sin poder resistir su atractivo juvenil, la toma en una muestra primaria de deseo carnal.El escenario de papá e hija se despliega en una serie de encuentros, cada uno más intenso que el último, mientras el padre y la hija exploran las profundidades de su pasión prohibida.Las hijas putas del padre son un testimonio del irresistible todo tabú, una exploración del lado oscuro del deseo tabú.