Hacía un tiempo que retenía una enorme carga, ¿y qué mejor manera de soltarlo todo que viendo cómo se follaban a mi madrastra?Siempre tuve una cosa para sus voluptuosas curvas y sus naturales y amplias tetas.Mientras me sentaba frente a mi computadora, comencé a acariciarme, mi mano moviéndose rítmicamente arriba y abajo.En la pantalla, mi mamástrofe estaba recibiendo su gordo y jugoso culo perforado por algún afortunado cabrón.Sus grandes tetas rebotaban con cada embestida, lo que me volvía loco.Podía sentir mi clímax edificándose, mi mano moviéndome más rápido en mi polla palpitante.Luego, en la pantalla, mis madrastas apretadas coño recibieron una carga caliente, justo cuando llegué a mi punto máximo.Me corrí con fuerza, mi semen caliente llenando la palma de mi mano.Que manera perfecta de aliviar el estrés, pensé, mientras me sentaba allí, jadeando y disfrutando del brillo posterior.