La abuela adora esas cosas, así que la pequeña Crystal Rae no tuvo más remedio que aceptar vendarse los ojos y atarse el cuello y las manos, luego meterse el tronco y conducir por el estado. Su pureza dura poco mientras una polla gigante invade sus entrañas mientras la lleva a regiones inmaduras para una cabalgata hardcore y perversión.