Hace unos días, mi esposa tropezó accidentalmente con mi colección de autoplacer en mi teléfono.Estaba intrigada y decidió mirar más de cerca.Poco sabía ella, estaba a punto de dar rienda suelta a un lado salvaje de ella que nunca supo que existía.Empezó a explorar el contenido, su cara se llenó de curiosidad y deseo.Cuanto más observaba, más excitada se ponía.Sus dedos encontraron camino a su propio clítoris palpitante, sus gemidos llenaban la habitación.Sin saberlo, yo me había colado detrás de ella y ahora estaba viendo su placer ella misma.La vista era demasiado para que me resistiera, y rápidamente bajé el cierre de mi pantalón, penetrándola por detrás.La habitación estalló en gemidos y placer mientras hacíamos el amor, nuestros cuerpos se entrelazaron en un abrazo apasionado.Este fue un momento que ninguno de los dos olvidaría jamás.
