Nika, una poderosa ama, aprovecha la oportunidad para celebrar el Día de San Valentín de una manera única.Le ordena a su sumisa que se arrodille ante ella, con las muñecas atadas y la hombría expuesta.Con una sonrisa diabólica, alcanza un par de alicates, no por daños, sino por placer.Aprieta su sensible cabeza, provocando un grito ahogado de dolor y anticipación.Sus hábiles manos toman el control, acariciándolo con un firme agarre, con su pinza aumentando cada toque.La habitación está llena de gemidos de placer y dolor mientras lo trabaja sin descanso.Incapaz de resistir el embate de las sensaciones, él llega al clímax, su corrida recubriendo su muñeca atada.Las tácticas de dominación y humillación de Nikas hacen un perfecto regalo del Día de los Valentín, un testimonio de las profundidades del BDSM.
