Oscura y atractiva, con bellos cabellos descubiertos y una piel resplandeciente, la dama se deja ver en rojo combinando encajes. Sus curvas y los atributos con los que se decora, provocan miradas. Da la espalda y arquea conscientemente su espalda baja; gira la cabeza y contonea sus caderas realiza bailes eróticos y sensuales.