Después de un día cansón, regresé a casa para encontrar a mi cónyuge ansiosamente esperándome.Su mirada seductora y su atuendo provocativo encendieron un deseo ardiente dentro de mí.Incapaces de resistirnos, sucumbimos a nuestras urgencias primarias, disfrutando de un encuentro apasionado.Mientras nos entrelazamos, su toque experimentado envió ondas de éxtasis a través de mi cuerpo.Nuestro momento íntimo fue un testimonio de nuestra conexión profunda, un baile carnal que nos dejó a ambos sin aliento y satisfechos.