Después de romper con ella, fui consumido por la rabia.Me comprometí a enseñarle un galpón de lecciones nunca olvidarlo.La rastreé hasta su habitación del dormitorio, donde la encontré sola.Con un ardiente deseo de venganza, la obligué bruscamente a la cama, abriendo bien sus piernas.Le embestía mi enorme polla negra, follando implacablemente, decidida a dejar mi huella.Sus gemidos llenaron la habitación mientras la tomaba por detrás, mis manos agarraban su voluptuoso culo.La vista de sus grandes tetas rebotando solo alimentó mis ganas primarias.No paré hasta llenarla con mi semen caliente, dejándola completamente usada y humillada.La venganza nunca supo tan dulcemente.