En un intento desesperado por satisfacer sus antojos de compras, ella recurrió a robar en la tienda.Cuando la pillaron con las manos en la masa, ella se dirigió apresuradamente al lugar de sus novios, buscando consuelo y comodidad.Al llegar, fue recibida por su novio, que parecía estar más preocupado por sus propias necesidades que por su apuro.Incapaz de ignorar la tentación, decidió enseñarle una lección que no olvidaría.Desabrochó el cierre del pantalón, dejando al descubierto su miembro palpitante, exigiendo que ella se arrodillara y le prestara servicios.A pesar de su duda inicial, finalmente cedió, su miedo a ser pillada convirtiéndose en excitación.Tomaba su eje entre sus manos, acariciándolo con fervor antes de engullirlo con su boca.Sus labios trabajaban con su magia, chupando y lamiendo cada centímetro de su polla, tratando de apaciguarlo.El acto de complacerlo parecía ser el castigo perfecto para su fecho, y ella quedó esperando más por.