No pude resistir las ganas de invitar a mi esposa amiga a casa para un encuentro lésbico caliente.Sabía que ella estaba en ello, y tuve que ver por mí mismo de qué se trataba todo el alboroto.Apenas entró en la puerta, pude ver que estaba lista para la acción.No perdimos tiempo, y en poco tiempo, quedamos encerrados en un abrazo apasionado.Sus manos recorrían mi cuerpo, explorando cada centímetro de mí.Podía sentir sus ganas construyéndose, y sabía que tenía que darle lo que quería.Empecé a tocarla, mis dedos trazando un camino de placer en su piel.Ella gemía suavemente, su cuerpo se arqueaba hacia mí.La tomé en mi boca, mi lengua explorando sus pliegues húmedos.Saaba dulce y bronceada, una combinación que me volvía loco.Pude sentir que se estremecía debajo de mí, su cuerpo convulsionaba con placer.Era una vista para contemplar, y una que sabía que nunca olvidaría.