El video presenta a un grupo de amigos y familiares participando en un juego de cartas, con las apuestas altas y la competencia intensa. A medida que avanza el juego, los participantes se sexualizan cada vez más, con cada jugador tratando de superar a los demás en términos de destreza sexual. El ambiente se vuelve cargado de tensión sexual, y el juego eventualmente se convierte en un concurso de sexo en toda regla. Los participantes son todos adultos, pero la mayoría son universitarios, y todos están ansiosos por demostrar sus destrezas sexuales a sus amigos y familiares. La competencia se calienta cuando los participantes se involucran en una variedad de actos sexuales, incluyendo mamadas, cunnilingus y varias formas de penetración. El video es un testimonio del poder de la competencia sexual y de las formas en que puede unir a las personas en una experiencia sexual y erótica.