Esta explícita y sexualmente sugerente y, la mujer maneja agresivamente el poder controlando a su pareja, el hombre. Hay muchos 'tonos' de BDSM involucrados: el uso de manotazos o guantes, bofetadas o nalgadas, cuerdas o cadenas. La mujer, por lo tanto, se convierte en un instrumento de autoridad y procede a satisfacer sus deseos.