Una linda adolescente rubia atrapada robando en una tienda es atada y azotada por la policía. La chica está claramente avergonzada e intentando arrepentirse, pero las nalgadas parecen tener el efecto contrario. La cara de la chica está contorsionada de dolor y está gimiendo y gimiendo mientras continúa la nalgada. La chica mira hacia la cámara con una mirada de vergüenza y confusión en su rostro, claramente tratando de justificar sus acciones. Sin embargo, las nalguadas aún no han terminado, y el cuerpo de la chica continúa temblando con cada nalgida. La chica finalmente llega a un punto de no retorno y grita de dolor a medida que las nalgadas se vuelven cada vez más intensas.El video termina con la chica de rodillas, pidiendo piedad, y las nalgas finalmente terminan.El video es un gran ejemplo de la dinámica de poder entre una figura dominante y una figura sumisa, y de la forma en que las faldas se pueden usar como una forma de dominación y control.