En este video, un hombre de opulencia se siente de buen humor para tener el mejor placer que cualquier hombre pueda desear. Se despierta una mañana y decide consentirse yendo a un desayuno lujoso y después de eso siente que hay algo más que quiere. Le paga a la prostituta para obtener lo mejor y, como era de esperar, ella entrega los bienes.