El video comienza con una impresionante mujer morena, vestida con un vestido ajustado y tacones altos, entrando en un salón de masajes. Claramente necesita relajarse y aliviar el estrés de su cita a ciegas esa noche. Mientras se sienta, la masajista comienza a frotar sus hombros y espalda, trabajando en los problemas de su larga jornada. Pero la mujer está lejos de relajarse, ya que todavía siente la presión de su cita a ciegas esa noche. Ella suspira frustrada y se vuelve hacia el masajista, exigiendo que le dé un masaje más profundo. El masajista se compromete, trabajando sus manos sobre cada centímetro de su cuerpo, frotando y acariciando en todos los lugares correctos. Pero la mujer aún no está satisfecha, y se vuelve hacia la cámara, exigiendo más. Quiere sentir sus manos en su coño peludo, y quiere darle una buena follada mientras la masajea. Cuanto más feliz es la masajista, más se complace con el placer y la mujer da exactamente lo que quiere.